Ya estamos viviendo viviendo tiempos criticos, ante el descenso constante de las capturas de pescado marino, y es una situación que afecta al mundo entero, en la actualidad se vivencia en la acuacultura continental con el dramático aumento de los precios de las materias primas de origen maritimo, como lo son la harina y el aceite de pescado, que ha llegado a precios históricos, debido a su alta demanda y ante las bajas capturas de los paises productores como lo son Perú, Ecuador y Chile, y esto ha generado una tendencia alcista en el precio de los alimentos balanceados.
Es por esto que los investigadores, preocupados por la situación que se avecina promueven la generacion de un banco de peces, lo que para algunos paises puede ser benefico y para otros una gran perdida.
A continuación conocera mas del tema.
 Un barco pesquero en alta mar. (Foto: Royal Navy/MOD/OGL) Investigadores proponen prohibir la pesca en alta mar pescado CANADÁ
Friday, February 13, 2015 El cierre de alta mar a la pesca comercial podría ayudar a distribuir los ingresos provenientes de las pesquerías de forma más equitativa entre las naciones marítimas del mundo, sostiene un estudio de la Universidad de Columbia Británica (UBC). Un análisis de los datos de la pesca indica que si el aumento de los excedentes (spillover) de las poblaciones de peces de aguas internacionales protegidas impulsara las capturas costeras en un 18 %, se mantendrían las capturas mundiales actuales. Cuando los investigadores modelaron estimaciones menos conservadoras de los excedentes de las poblaciones, las capturas en aguas costeras superaron los niveles globales actuales. El estudio examinó los datos de la captura mundial de pescado y del valor de los desembarques para determinar cuánto pescado se captura en alta mar y cuánto en aguas costeras (zona económica exclusiva de 200 millas de las naciones). Después, los investigadores utilizaron modelos para comparar los probables aumentos de las capturas costeras impulsados por un incremento de la biomasa excedente en las zonas protegidas, con las pérdidas por el cierre de la pesca de altura. "Debemos utilizar las aguas internacionales como el banco de pescado del mundo", explica Rashid Sumaila, director de la Unidad de Investigación de Economía Pesquera de la UBC y autor principal del estudio. "Restringir las actividades pesqueras a las aguas costeras es económica y ambientalmente sensible, sobre todo porque la industria se enfrenta a rendimientos decrecientes." Los resultados del estudio fueron difundidos ayer en la revista Scientific Reports, publicada por Nature Publishing Group, y serán presentados hoy en la reunión anual 2015 de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS). El estudio también indica que una suspensión de la pesca en alta mar podría mejorar la distribución de los ingresos de la pesca entre las naciones marítimas. En la actualidad, 10 naciones pesqueras que operan en alta mar capturan el 71 % del valor de los desembarques de las capturas en aguas internacionales. De acuerdo con todos los escenarios considerados por los investigadores, los Estados miembro de Europa, el Grupo de los Ocho, y las naciones pesqueras menos desarrolladas son los que más se beneficiarían del cierre. En un escenario de captura neutral, Estados Unidos, Guam y el Reino Unido se beneficiarían más, cada uno con posibles aumentos en los valores desembarcados de más de USD 250 millones por año. Canadá vería un aumento de USD 125 millones al año. Si bien el cierre de alta mar beneficiaría a algunos países, otros pueden llegar a perder ingresos por la pesca significativos. Corea del Sur, Taiwán y Japón, por ejemplo, podrían recibir cada uno unos USD D 800 millones menos por año en un escenario de captura neutral. Los países cuyos buques enarbolan pabellones de conveniencia también se verían seriamente afectados. Aunque esta cifra no es insignificante, Somalia recalca que la alta mar pertenece al mundo y que en la actualidad solo unos pocos países se benefician de los recursos pesqueros. Los países que pescan en alta mar tendrán que renunciar a algo para conseguir mayores niveles de seguridad alimentaria y ganancias a nivel mundial. Los autores de la investigación reconocen que la implementación de una prohibición de pesca en alta mar sería un reto importante. No obstante, argumentan que la actual expansión de las actividades humanas en los océanos pronto puede requerir una importante reforma de la gobernanza de las aguas internacionales, mientras que las sanciones impuestas sobre la pesca ilegal podrían compensar los costos administrativos y operativos. editorial@fis.com www.fis.com |
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