El desarrollo de la tilapicultura ha tenido un desenfrenado desarrollo en los últimos años, 2005 y 2006, tanto así que en el Huila se estima que en el año 2006 la producción en la represa de Betania creció por encima de un 30%, tal como lo reporto el periódico la Nación de Neiva, y eso que en estas estadísticas no se tiene el gran crecimiento en municipios como Garzón, Campoalegre, Hobo y Aipe, en el Huila, en Villavicencio, Restrepo, Cumaral, Acasias, Guamal, Castilla y Granada en el Meta y el dramático caso de Villanueva - Casanare, en donde la construcción de nuevos proyectos, casi se duplico en el último año.
Se estima que el desordenado auge, esta dado en gran parte a que el orden publico en el campo ha mejorado de manera sustancial y por los buenos márgenes de rentabilidad que presentaba la producción piscícola en los años anteriores.
Normalmente se estima que en la Plaza de las Flores de Bogotá, principal centro de comercialización de la ciudad, y desde la cual se distribuye hacia otros centros de abasto, pescaderías, almacenes y puntos de venta; se venden alrededor de unas 300 toneladas de pescado a la semana y después de semana santa, cuando se esperan unas buenas ventas por los días de la madre y del padre, las ventas se mantuvieron dentro de lo normal, sin existir repunte ni de las ventas y por lo tanto tampoco del precio y es el fenómeno que se mantiene hasta la actualidad y a cambio la oferta de pescado si ha aumentado de manera sustancial.
Esta situación tiene sus raíces en la mortalidad que se presento en la represa de Betania en el mes de febrero y en la cual murieron casi 1800 toneladas de tilapia que se cosecharían para semana santa, ante este inesperado evento, se desarticulo los ciclos productivos, pues se creo una gran escases temporal de este producto y por lo tanto altísimos precios durante esta temporada, precios que fueron aprovechados por los productores de pescado en estanques en tierra, quienes generaron cierta especulación del producto; esta inesperada bonanza estimulo aun mas las siembras incontroladas de pescado, pero también mostro a los comercializadores que no se contaba con la certeza del producto en los periodos de escasez, lo que hizo que varios de ellos comenzaran a implementar sus propias producciones, para garantizar un volumen constante a lo largo de todo el año.
Así como murió una gran parte de la producción de la represa, otra sobrevivió con muchas adversidades, y en vez de salir al mercado en el mes de abril de manera gradual, salió en bloque para los meses de mayo y junio, generando una sobre oferta y lo cual produjo una baja significativa en los precios, mas aun por el deseo de los productores por recuperar algo de su inversión y por que a los que les sobrevivieron animales se les unificaron las tallas, llegando a tener hasta 100 toneladas para ofrecer a la venta, tal como le pasó a la piscícola Gold Fish. A partir de allí, y por los bajos precios y la alta oferta de producto de calidad y en cantidad, las compras de pescado en las otras zonas del país decrecieron de manera significativa, generando en ellas una acumulación de producto y este ha sido el factor común que se esta repitiendo de manera cíclica en estos meses.
Los productores que sufrieron de la mortalidad y ante el apoyo estatal y con el animo de continuar con el aprovechamiento de la gran inversión que se tiene en las explotaciones en jaulas, casi de inmediato comenzaron a sembrar sus jaulas y jaulones en busca de recuperar algo de lo perdido y esto será para los próximos meses otra gran causa de sobre oferta de producto para un periodo que históricamente se conoce como de bajas ventas y por lo tanto de bajo precio.
Curiosamente para esa misma época se presentó el aumento en el precio de la carne de res, por la alta demanda de este producto por parte de Venezuela, y se llego a creer que este seria un factor que acrecentaría el consumo per cápita de pescado, pues existía una buena oferta tanto en volumen como en precio, pero las ventas y los precios se mantuvieron bajos. Comportamiento muy diferente al que presento la industria del pollo y el cerdo, los cuales aprovecharon la coyuntura para hacer un plan publicitario masivo y agresivo aumentando la demanda de sus productos de manera casi inmediata, todo esto gracias a su buena organización gremial. Desafortunadamente y ante la falta de una agremiación fuerte, que rija, oriente y dirija a los piscicultores en las zonas de producción, el crecimiento de las explotaciones de peces de cultivo (Tilapia roja y cachama principalmente), ha sido mucho mas rápida que lo que ha crecido la demanda del pescado en los centros de consumo.
El panorama que se vislumbra en cuanto a las ventas del producto y el precio del mismo no resulta para nada alentador, antes todo lo contrario, cada día será mas complicado, pues si el primer semestre que es el periodo de mayores ventas, presento tan mal comportamiento, el segundo semestre que es cuando las ventas son mas bajas, no augura buenos resultados.
Hoy, antes de pensar en el crecimiento en los proyectos, se debe pensar en como fortalecer el gremio, para que se puedan crear planes de publicidad y mercadeo, obtener recursos del estado para capacitación a los productores y tecnificaciones de las producciones, de tal manera que se ofrezca un producto de alta calidad y con ello estimular a que el consumo crezca y que con ello exista mercado para lo que se produce. En caso de no hacerse algo así, lo que se avecina es un largo periodo de bajos precios, baja rentabilidad y la quiebra de muchos productores.
Zoot. Diego Alejandro Niño
Consultor Acuícola
1 comentario:
Necesito comprar tilapia empacada al vacío. 20 ton. quincenales.
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