A pesar de las medidas que se han tomado para controlar la mortalidad en la represa de Betania, parece no haber surtido los resultados esperados y por el contrario ahora afecta a las especies endémicas de la represa y a los productores industriales de Tilapia para exportación.
El ICA, esta realizando control sanitario en puntos claves de ingreso y salida de la represa, con la finalidad de evitar la propagación de esta bacteria y la CAM iniciara un proceso para que los productores no sobrepasen las áreas y los caudales asignados, so penas de sanciones.
Queda esperar a los resultados que darán las medidas tomadas.
Jueves, 23 Abril 2015 05:02
Extreman medidas en Betania
Escrito por LA NACIÓN NEIVA
La mortalidad de peces en el embalse golpea a grandes productores. Los pescadores artesanales llevan la peor parte.
La mortandad en el embalse de Betania no logra detenerse. La propagación de una bacteria autóctona que se adaptó en el embalse, comenzó a extenderse a otros proyectos industriales, especializados en filete de tilapia, destinado al comercio exterior.
“Tenemos los primeros impactos en los centros de producción de tilapia negra sin conocertodavía la magnitud del fenómeno”, admitieron ayer dirigentes del sector piscícola. Pese a las medidas fitosanitarias que se han adoptado, la propagación del patógeno llegó a las grandes piscícolas.
En cambio, en los proyectos dedicados a la producción de mojarra roja, reportan las principales pérdidas. Por lo menos, mil toneladas de tilapia perecieron en los jaulones.
La situación fue constatada ayer por equipos especializados desplazados por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) para evaluar las medidas sanitarias adoptadas hace dos semanas.
Por lo menos mil toneladas de peces se perdieron en el embalse.
“El mayor impacto está en los sitios dedicados a producir mojarra roja. Creemos que la mortalidad en estos estanques se detuvo porque la producción se acabó”, afirmó el director de la entidad, Tito Alberto Suárez.
El funcionario instaló varios puestos de control en el embalse y recorrió algunos sitios críticos. “La situación es crítica. Estamos realizando nuevas muestras para profundizar el análisis y determinar las causas de la mortalidad, incluyendo ahora, la afectación de especies nativas”, explicó el funcionario.
Los equipos comenzaron examinar punto por punto, cada uno de los emplazamientos piscícolas para verificar las medidas de desinfección en las áreas afectadas y la aplicación de las normas de bioseguridad.
“El equipo del ICA viene evaluando juiciosamente las medidas sanitarias y amplió el espectro de las muestras para explicar técnicamente las causas de esta mortalidad”, afirmó Efrén Tovar, presidente de la Asociación de Piscicultores (Asopishuila).
En alerta
Por su parte la Corporación Autónoma del Alto Magdalena (CAM) encargada del manejo ambiental también extremó un plan de contingencia, especialmente para el manejo de la mortalidad y la disposición final. “Estamos intensificando las acciones y el monitoreo en la zona afectada para profundizar medidas de mitigación”, anunció el ingeniero Carlos Alberto Cuéllar, director de la entidad.
El funcionario se reunió ayer con los productores a quienes les notificó las medidas de control, las acciones de apoyo para el autocontrol y los parámetros para determinar las concesiones. “Estos parámetros, permitirá que los propios productores conozcan las áreas concesionadas y los niveles de los caudales autorizados, de tal manera que se pueda controlar la extensión de jaulones”, indicó.
Con varios puestos de control, el ICA, inspecciona las medidas sanitarias.
Después- agregó- sino se acogen a estas medidas, vendrán los nuevos procesos sancionatorios.
El funcionario anunció que actualmente se adelantan 32 procesos que se encuentran ya en la fase de formulación de cargos.
La autoridad ambiental envió también otras comisiones aguas abajo para examinar las causas de la mortalidad de especies nativas, como lo reportó ayer en exclusiva LA NACIÓN.
La Autoridad de Acuicultura y Pesca (Aunap), encargada de regular del manejo y capacidad de carga, se sumó a las brigadas. Sin embargo, su papel ha sido duramente cuestionado. La falta de controles permitió la alta informalidad, la superproducción en el embalse y la expansión de los proyectos.
En cambio, en los proyectos dedicados a la producción de mojarra roja, reportan las principales pérdidas. Por lo menos, mil toneladas de tilapia perecieron en los jaulones.
Por lo menos mil toneladas de peces se perdieron en el embalse.
El funcionario instaló varios puestos de control en el embalse y recorrió algunos sitios críticos. “La situación es crítica. Estamos realizando nuevas muestras para profundizar el análisis y determinar las causas de la mortalidad, incluyendo ahora, la afectación de especies nativas”, explicó el funcionario.
Los equipos comenzaron examinar punto por punto, cada uno de los emplazamientos piscícolas para verificar las medidas de desinfección en las áreas afectadas y la aplicación de las normas de bioseguridad.
En alerta
Por su parte la Corporación Autónoma del Alto Magdalena (CAM) encargada del manejo ambiental también extremó un plan de contingencia, especialmente para el manejo de la mortalidad y la disposición final. “Estamos intensificando las acciones y el monitoreo en la zona afectada para profundizar medidas de mitigación”, anunció el ingeniero Carlos Alberto Cuéllar, director de la entidad.
El funcionario se reunió ayer con los productores a quienes les notificó las medidas de control, las acciones de apoyo para el autocontrol y los parámetros para determinar las concesiones. “Estos parámetros, permitirá que los propios productores conozcan las áreas concesionadas y los niveles de los caudales autorizados, de tal manera que se pueda controlar la extensión de jaulones”, indicó.
Con varios puestos de control, el ICA, inspecciona las medidas sanitarias.
El funcionario anunció que actualmente se adelantan 32 procesos que se encuentran ya en la fase de formulación de cargos.
La autoridad ambiental envió también otras comisiones aguas abajo para examinar las causas de la mortalidad de especies nativas, como lo reportó ayer en exclusiva LA NACIÓN.
La Autoridad de Acuicultura y Pesca (Aunap), encargada de regular del manejo y capacidad de carga, se sumó a las brigadas. Sin embargo, su papel ha sido duramente cuestionado. La falta de controles permitió la alta informalidad, la superproducción en el embalse y la expansión de los proyectos.
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